Se llamaba Lorena y siempre se caracterizó por ser muy abierta, relajada y de un corazón muy grande, por alguna razón nos hicimos buenos amigos desde el primer semestre, ya había viajado fuera del país, así que tenia un poco más de mundo que muchas personas. No les negaré que me gustó desde el principio, pero algo en el fondo me decía que solo podíamos ser buenos amigos y la razón era que ya ella tenía una relación con alguien de otro país.
Empezamos a hacer tareas juntos y actividades de estudio, en la mayoría de los semstres nos fue muy bien, si ella faltaba yo la cubría y viceversa. Era tal la confianza con ella que consideraba su casa mi segundo hogar, era como la hermana que tuve, pero a la que le tenía 100% de amistad, sin embargo nunca hablamos de mi gusto extraño, sin embargo tenía un gusto muy lindo para escoger su ropa y yo estaba en esa etapa donde desarrollabao mejor dicho estaba maximizando mi deseo por vestir de mujer.
En su closet tenía chaquetas, blusas, camisetas, botas de tacón y hasta una peluca, pues me contó alguna vez que le gustaba jugar a cambio de roles con su pareja.Para cuando nos conocimos ya tenía una faja y muchas cosas. Yo aún no me sentía listo para contarle mi secreto, pero si seguía chateando con las personas que conocía en las páginas y logrando más confianza con el tema, pero con mucho miedo aún.
Un día teníamos una tarea pero Lorena debía hacer una diligencia con su familia, yo llegué a la casa y pues quedamos en que la esperaría mientras ella llegaba, como era de confianza me quedé en su cuarto solo. Eran las 2:00 pm y sabía que se demoraría, así que cerré con llave y me fui a su closet. Lo primero que tomé fue una camisa blanca y un jean, saqué la faja y como la talla era más pequeña si fue difícil ponerla en un principio, después cerró, luego me puse el jean ajustado y me vi al espejo, Paola estaba naciendo, lo siguiente fue ponerme un brasier y un par de medias de relleno dentro de este, estaba exitado y con el corazón acelerado, miré por la ventana que no hubiera nadie y continué con mi momento lo siguiente fue la blusa y unos tacones - eran talla 39 así que me quedaban un poco apretados, pero fui muy delicado, pues no quería que se dañaran, lo último fue una chaqueta negra de cuero, a partir de ahí las cosas de cuero siempre me iban a gustar mucho. Finalmente llegó uno de los momentos más fuertes y fue poner la peluca, era café y llegaba como a la cintura. Cuando la puse me miré al espejo y me sentía muy bien, toqué mis brazos e intenté moverme como mujer, no sabía caminar con tacones así me quedé quieto y solo miraba fijamente y disfrutaba.
Pasaron cerca de 16 minutos en ese estado y tenía el miedo de que mi amiga regresara, como empecé a sudar era mejor quitar todo y dejarlo en su puesto, aun tengo la imagen de esa primera vez y siento cierta exitación.
Después de un rato llegó mi amiga y estuvimos trabajando hasta tarde, de mi mente no salía la idea de esa primera vez que me vestí y lo que sentí. Aunque en cierta parte de mi había algo que se sentía mal, preferí cerrar los ojos y dormír y seguir soñando con ese primer momento. La decisión estaba tomada y quería probar más cosas.
Continuará...